Cuando hablamos de logística sostenible parece que hablamos de una paradoja, pero no es así. Y es que para muchas personas hablar de logística implica hablar de huella de carbono, de impacto ambiental y de miles de millones de mercancías moviéndose por todo el mundo de un lugar a otro.
Desde luego, no podemos ocultarlo, el sector logístico es uno de los grandes responsables de que exista contaminación: cada día hay miles de buques inmensos, de aviones rapidísimos, de trenes cargadísimos y de camiones llenando las carreteras del mundo entero para que las personas podamos satisfacer nuestras necesidades. Pero, afortunadamente, satisfacer estas necesidades cada vez está menos reñido con tener una logística sostenible.
¿Pero cómo puede la logística ser sostenible? A esta pregunta que tantas personas se hacen, trataremos de responder en este artículo. Lo cierto es que cualquier empresa puede poner su granito de arena para hacer que la logística y la distribución de sus productos sea lo más sostenible posible: desde cómo lo transportan hasta el tipo de embalajes que utilizan. Todo cuenta a la hora de hacer que el futuro sea verde y duradero para todos.
La primera clave para desarrollar en nuestra empresa una logística sostenible es tener en cuenta que llevarla adelante no depende de una única acción. La logística sostenible es una aproximación multidisciplinar y de visión amplia sobre el problema logístico que se dedica a analizar diferentes aspectos como:
Hay que tener en cuenta la importancia del embalaje en la logística, pues es uno de los principales aspectos a tener en cuenta. En lugar de plásticos y otros materiales no biodegradables, la logística sostenible tratará en la medida de lo posible de implementar el uso de materiales reciclables o, en todo caso, biodegradables. Prefiriendo papel y cartón, o incluso embalajes de madera, antes que plásticos y polímeros de diversa índole.
Otra acción que es bastante asequible para casi cualquier empresa logística que quiera desarrollar una logística sostenible, es el aspecto del mantenimiento y revisión periódica de los vehículos. Algo tan sencillo como cambiar las ruedas de los camiones del invierno al verano o revisar la presión puede ahorrar dinero y reducir en gran medida la huella de carbono.
Optimizar la carga es otra de las acciones de fácil implementación que puede hacer una pyme o gran empresa para mejorar la sostenibilidad de su logística. ¿De qué sirve que nuestros camiones contaminen menos si van casi vacíos?
Si podemos organizar y optimizar la carga de tal manera que podamos distribuir la mayor cantidad posible de mercancías en el menor tiempo posible, estaremos avanzando mucho de cara a conseguir una mejor sostenibilidad. En nuestro blog te damos algunos consejos para la correcta paletización de mercancías.
Otras elecciones sostenibles de cara a mejorar la logística que puede hacer una empresa son no tan inmediatas pero más inscritas en el largo plazo. Así, pensar en el aspecto huella de carbono a la hora de elegir un modelo de camión u otro o a la hora de escoger el tipo de combustible que utilizar o los horarios a los que circular así como las rutas pueden ser pequeñas acciones que, sumadas a otras, puedan suponer una gran diferencia para el medio ambiente.
Finalmente, el uso de las energías renovables es un importante factor. Puedes reducir la huella de carbono y hacer que la logística sea más sostenible. De esta forma, es perfectamente posible complementar la instalación eléctrica en los centros logísticos y almacenes con energía solar o renovable directamente producida en las instalaciones, más barata y mucho mejor para el medio ambiente.
Hay mucho que puede hacer tu empresa. ¡Todo es empezar!