En los últimos años y debido a las nuevas herramientas que se utilizan en el diseño gráfico, cada vez es más habitual el uso de degradados. Los degradados son rangos de colores ordenados linealmente con la intención de dar visualmente una transición suave entre dos o más colores.
Los programas informáticos de retoque fotográfico los utilizan para rellenar forma y contornos pero su uso como elemento de diseño se ha extendido y popularizado. El único detalle a tener en cuenta es que, si no se acude a un buen profesional de la impresión, su plasmación sobre el papel puede no ser exacta al diseño escogido en el ordenador.
El problema radica en que entre el diseño que vemos en la pantalla y el resultado impreso existe un paso intermedio (RIP de Impresión) que puede hacer que el degradado sea una decepción.
¿Cómo se pueden evitar estos fallos en el degradado?
Si eres diseñador el poder evitar una catástrofe en tu diseño está en tus manos. Te ofrecemos la solución para no llevarte ninguna desagradable sorpresa en imprenta.
Nuca lleves el degradado hasta el 0%. Especialmente particulares en este sentido son los degradados que en algún momento contengan blanco. La solución es bien sencilla, al degradado multicolor lo que le funciona es poner un 1% de los colores implicados o CMYK si corresponde. Lo mismo se efectuará cuando el degradado sea de un solo color. La clave está en dejar siempre un 1%.
Convertir en pixel el degradado para suavizar los pasos. Cuando te juegas mucho en el diseño porque va a ser un elemento impreso de gran importancia como una portada de revista o tarjeta de empresa lo más recomendable es rasterizar el degradado en Photoshop o en una herramienta similar. El resto de elementos pueden dejarse en vector pero el degradado manipulado de esta forma saldrá más suavizado. La máquina que proceso los pasos de un color a otro ya tiene parte del camino adelantado. Aunque el archivo te ocupe más espacio.
Es de suma importancia el conocer cómo plasmar adecuadamente el diseño en el arte final. Pero puede resultar más importante confiar en una buena empresa impresora. El departamento de preimpresión de estas empresas podrá aconsejarte otras formas de hacer que tu diseño no pierda calidad en la impresión final.