El vocabulario del mundo de la logística es complicado para el que no lo conoce. Hoy analizaremos una confusión muy frecuente: entender que la cadena de suministro y la logística son lo mismo. ¿Lo son? Desde luego que no, aunque, del mismo modo que no son lo mismo, es innegable que tienen cosas en común. En este artículo lo explicamos.
Ante todo, ¿qué es una cadena de suministro y qué es la logística? La logística es una disciplina que es fundamental para el triunfo de cualquier organización (militar, empresarial, comercial…).
La logística en la planificación, el control y la ejecución de los productos que se les entregan a los clientes así como de asegurarse de que estos productos y estas entregas se realizan en los plazos adecuados y de la forma establecida.
En la logística, a diferencia de la cadena de suministro, lo que importa son conceptos como la flota (de camiones, de barcos, de aviones…) que se tiene a la disposición y otros conceptos como el almacenamiento, los almacenes disponibles, la gestión de los trayectos y de las cargas así como la previsión de la posible oferta y demanda (y la adecuación de los transportes a la misma) o, también, los trámites aduaneros como parte de este proceso de transporte.
La cadena de suministro, por su parte, es diferente de la logística en tanto en cuanto la logística es una parte de ella. De este modo, se entiende por cadena de suministro todo el flujo de trabajo de los productos que se incluiría entre el almacén hasta la distribución final. Mientras que la logística se ocuparía de los aspectos que tienen que ver con desplazamientos, transporte y almacenamiento; la cadena de suministros también atendería otros como las materias primas así como de negociar precios y tratos ventajosos.
Así, por poner un ejemplo, en una empresa que se dedique a la producción de lámparas, la logística se dedicaría a transportar las lámparas desde la fábrica hasta los almacenes y, una vez en éstos, desde allí hasta los clientes finales que podrían ser, en este ejemplo, grandes superficies o tiendas especializadas.
Sin embargo, en este mismo ejemplo, la cadena de suministro no sólo se ocuparía de supervisar la actividad logística, sino también de ver cómo conseguir el vidrio con el que se confeccionan las lámparas, ocuparse de la calidad del abastecimiento de cables para hacer los circuitos, la producción de las lámparas en las fábricas y la evaluación de la calidad de proceso. La logística, así, se integraría dentro de toda la cadena de producción como un elemento más del conjunto que dotaría de solidez a todo el entramado de transporte y distribución.