El embalaje es una herramienta de la logística y de comercialización que debe cumplir con las exigencias del mercado objetivo, las características del producto y a las condiciones de transporte a que se verá sometido hasta llegar al consumidos.
El embalaje tiene como función acondicionar la mercancía para protegerla y conservarla durante los procesos logísticos, resaltando la importancia de su resistencia y facilidad de manipulación. Por tanto, cada producto requiere de un tipo de embalaje distinto de acuerdo a sus propias características físicas, fragilidad y vida útil.
El embalaje desde ser siempre sostenible para minimizar el impacto medio ambiental y ajustarse a las necesidades del consumidor.
El embalaje al igual que el envase y el empaque, deben responder a unas políticas de etiquetado, unas proveniente de aspectos normativos, y otras por disposiciones propias de la empresa y del canal de distribución.
Seleccionar el tipo de embalaje adecuado es fundamental para que este se conserve en excelentes condiciones si esto no ocurre puede traducirse en daños y pérdidas. Algunos de los sistemas que más se demandan son: los embalajes de metal, de papel, de cartón, de madera y de plástico.
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q bien