Los hábitos de compra están cambiando. El comercio electrónico ha irrumpido con fuerza y no tiene intención de desaparecer. De hecho, en España el 42% de la población ya compra online y la facturación del comercio a través de internet crece a ritmos del 30%. Sin embargo, para poder atender la demanda de ese nuevo consumidor que quiere recibir en su casa el producto que compra desde su ordenador, Tablet o teléfono móvil, se necesita una logística fuerte y eficiente.
Amazon es el referente que ha introducido en España el modelo de nave logística automatizada y preparada para el reparto de productos en 24 horas a toda España, pero su ejemplo ha cundido en todos los sectores. Casi el 40% de la contratación de naves logísticas que se concretó en España el año pasado estaba destinada a actividades relacionadas con el comercio electrónico.
Según la empresa de mensajería Seur, el envío de paquetes relacionados con operaciones de e-commerce moverá un negocio de 1.000 millones de euros en España en 2020. En toda Europa, se estima que ya el año pasado se enviaron alrededor de 4.500 millones de paquetes.
El almacenaje, la manipulación y la logística en general de esos productos se están adaptando a ese aumento de la demanda. La tecnología se ha puesto al servicio del sector para que todos los procesos de gestión de mercancías en las naves logísticas sean más ágiles y eficientes. Papeles técnicos como Nonslip, que permiten transportar mercancías con mayor seguridad, sistemas informáticos de gestión de pedidos, receptores GPS para identificar la ubicación de los productos instantáneamente, etc… son algunos de los avances que han mejorado la calidad de la distribución y el envío de compras online.
También las propias naves logísticas han tenido que adaptarse al tirón del comercio electrónico. El sector inmobiliario ha apreciado un aumento de la demanda de grandes plataformas logísticas que exigen naves de más de 2.000 metros cuadrados, alta seguridad contra incendios, muelles de carga de 10 metros o incluso que estén adaptadas a la normativa de eficiencia energética.
Sólo en 2015, la inversión en naves logísticas alcanzó los 835 millones de euros en España, un 30% más que el año anterior. En total, se contrataron más de un millón de instalaciones para el almacenaje y gestión de mercancías.